No soy particularmente de meterme a opinar de política, porque no hay modo de analizarla, siempre hay una historia secreta que te descoloca, y no hay dos versiones, hay decenas, siempre me siento un torpe que se cree cualquier cosa.
Lo que me llama la atención, últimamente, es que los K están en toda la prensa internacional, pero no por alguna gestión, beneficiosa, o por una dirigencia inteligente, sino por la descolocación que promueven son sus estilos.
En principio, todos se oponen, y a veces da la impresión que se oponen sencillamente por el modo en que utilizan la forma del mensaje.
En este momento me recuerdo la frase: “quién le ata las manos”, refiriéndose a Scioli, con el tema de la seguridad, frase que quedó para la historia como un “reto” oficial.
Nunca mejor usada la palabra ”reto”, literalmente fue como lanzar un reto, pero a cruzar espadas, con Scioli, en público, y con ello, ventilar un ángulo insospechado, hasta ese momento, de esa relación.
Se tenía, hasta ese momento, a Scioli, como un leal Kirchnerista, e incluso una alianza muy conveniente.
No se entiende por qué Nestor Kirchner expone así, en público y en momento y modo tan inadecuado la situación de Scioli, que es la situación de todos los que transcurrieron por ese puesto, ya que la inseguridad en la provincia es un tema siempre peliagudo.
Como sea, el estilo K, complica el ya perturbador panorama político de Argentina, ya no se sabe quién es quién y a los votantes nos resulta difícil identificar en quién es posible depositar alguna esperanza para continuar o no, el proceso de levantar este país, que es tan generoso que se cae y se levanta cíclicamente.
En la prensa internacional, hay una mezcla de nombres como Maradona, Kirchner, Fort, como representación del cambalache político con que se ve los acontecimientos políticos de nuestro país.
Los valores de uso político se confunden con reglas y la población se coloca con un discurso y con otro, según un patrón extraño, endiosa o defenestra, en vez de tomarse seriamente el trabajo de reflexionar sobre lo que es real, y en la prensa extranjera, se sobrelee que hay una tendencia a colocar en el mismo nivel de los discursos, los dichos de Maradona, de Nestor Kirchner y de Fort, ya que en la visión general los tres ven una realidad deformada que no es la percepción de la mayoría.
Un paradigma de esa visión es el asunto Fibertel, para el gobierno, cualquier “golpe” al grupo Clarín, sin importar los damnificados es un triunfo del gobierno, sin pesar en esa alegría, el costo sobrellevado por la población en todo sentido, económico, inestable, los usuarios no entienden las consecuencias de esa acción, pero le tienen miedo, porque en el fondo, los ciudadanos percibimos que la persecución con el grupo clarín, aunque justa, quizás, tiene olor a venganza personal.
Los usuarios, como lo han demostrado los recursos interpuestos en ese asunto, no estamos de acuerdo con destruir Fibertel, aunque en el fondo, algunos tengamos un sentido de justicia y opinamos que tiene razón Kirchner, el grupo Clarin, es uno de esos conglomerados de poder que abusan de su posición para explotar y cosas peores, como subvencionar dictaduras.
Pero la realidad no es tan simplista, no se puede simplemente pasar la aplanadora para limpiar, porque en el medio hay gente inocente que sufrirá las consecuencias.
Como sea, te la regalo tener que lidiar con esta situación.
Tengo simpatía por muchas de las acciones del matrimonio K, pero es el estilo lo que me tiene loco, si no fueran tan kamikazes, les tendría más confianza.
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